jueves, 31 de marzo de 2011

Rebelión en el redil









Habían probado de todo: se habían rebozado en el pestilente estiércol, hacían ejercicio diario para poner sus carnes duras e incluso habían variado su dieta para resultar menos apetitosas; pero nada hacía desistir al Lobo Bobalicón, que todas las noches bajaba esperando el festín. Así que hicieron reunión ovina. Las merinas eran partidarias del diálogo, quizá sugiriéndole que probara la deliciosa y fresca hierba de los prados del norte...pero las churras lo tenían claro ¡era necesario presentar batalla! Menudo susto se llevaría el Bobo aquella noche.




Pendientes de fimo barnizado con broche clásico de tuerca en plata 10€




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Pide por esa boquita